Somos débiles por naturaleza. Seremos la especie más inteligente del planeta, no lo dudo, aunque a veces algún individuo nos dé sobradas razones para dudar, pero fuertes, lo que se dice fuertes, no somos.
Estos días ando aquejado por un virus o algo y es increíble cómo un ‘bichito’ minúsculo, microscópico, es capaz de ‘tumbar’ a un adulto de 178 cm y más de 100 kg de peso. Estoy con mocos, tosiendo todo el día, cada vez que toso me estalla la cabeza, me duelen todas las articulaciones habidas y por haber… Vamos, que estoy ‘hecho un cromo’. Y para colmo se supone que estaba de vacaciones, y seguro que me recuperaré a tiempo para el lunes no faltar a mi cita con el trabajo.
Soy un empleado modelo en ese aspecto. No falto nunca por enfermedad, siempre me pongo malo en vacaciones o fines de semana. Eso debería ‘puntuar doble’ en eso que tanto se menciona ahora de ‘la cotización’.
En fin, que debido a que somos más inteligentes que fuertes, hemos desarrollado medicinas que nos permiten superar estos procesos en 7 días, cuando sin medicinas nos llevaría una semana.
Con la venia, me retiro a mis aposentos a delirar. Me se cuiden, sugiero.
¡Cuídate, amigo! Seremos débiles, y nos harán hincar rodilla en tierra, pero… Al final ganamos nosotros 😉